domingo, 22 de noviembre de 2009

ADICCIÓN A LAS COMPRAS. ¿UNA MODA O UNA ENFERMEDAD?




Por Atenas Díaz Alarcón

No es raro ver a las mujeres saliendo de las tiendas llenas de bolsas y en peleas por una blusa porque es la última de ese color o de talla, correr por el último par de zapatos o por una bolsa preciosa que se encuentra en el fondo de la tienda.
Llega un fin de semana, un sábado por la mañana, un domingo por la tarde, navidad, fin de año, 14 de febrero, semana santa, verano, ventas nocturnas y un sinfín de fechas que todas son pretextos para poder comprar más; que si no se tiene ropa para una fiesta, para el antro, para salir con el novio, todos estos momentos son necesidades para llenar un vacío o un sentimiento que no se puede ver así de sencillo; todo esto se resume en una adicción por las compras.
No es nada raro que cuando nos sentimos deprimidas, molestas o solas busquemos un escape para consolarnos, pero este refugio puede topar nuestras tarjetas de crédito y llegar a convertirse en una adicción.
Las causas de la adicción por las compras son la insatisfacción y la necesidad de llenar nuestra vida con objetos materiales.
Debo, luego Sufro es un libro en el que Guadalupe Loaiza presenta personajes a quienes los psiquiatras han llamado “compradores compulsivos”. A ellos los aflige este trastorno y mediante las compras buscan sanar carencias como la falta de un sentido en sus vidas. Pero no sólo les angustia el destino de su existencia, sino también las cuentas y los pagos.
“El termino como tal, adicta a las compras no existe pero se puede hacer referencia en una persona que no tiene el control y que lo pierde lo que le hace seguir adquiriendo cosas sin poder parar, más bien sería un trastorno de control” palabras de la psicóloga Margarita Ahuja Aguirre.
Este trastorno de control que se refleja en una mujer hacia las compras se debe a problemas que en el fondo se tienen pero que no se han analizado y que de alguna forma debe expresar el problema.
En caso contrario la publicista Estela Pérez comenta que el hecho que la moda sea un icono crea en las mujeres una estrategia de sentimiento de felicidad, lo que hace que comprar cada día sea más placentero hasta que se llega al punto de las deudas y la culpa.
Este caso que no se puede considerar del todo una adicción hace que las mujeres que sufren este problema sean víctimas de un vacío, que intentan llenarlo con las compras compulsivas.
Las mujeres se autoengañan diciéndose “no puedo dejar pasar esta ganga”, “es el vestido de mis sueños”, “necesito ese anillo para poder vivir", “me fascina la moda”, pero no se dan cuenta de que lo que realmente necesitan es sentirse bien consigo mismas y olvidar su inseguridad.
La psicóloga Margarita Ahuja Aguirre comenta que el hecho que las mujeres adquieran productos se debe a una falta emocional en el que recurren a llenarlo con el consumo excesivo para consentirse y llegar a llenar esa falta, pero con el paso del tiempo después de adquirir sus cosas ya no sienten felicidad sino culpa, debido a las deudas que están generando, ocasionando clósets llenos de prendas sin estrenar, las deudas financieras y las compras ocultas a sus seres cercanos. La “shopaholic” se gasta el dinero destinado a la compra del mes, al seguro del coche o a la renta, en unas sandalias de Chanel o en un vestido de Armani, que no le hacen ninguna falta.
Una mujer que no está feliz consigo misma, buscará satisfacción, ya sea en drogas, alcohol, comida, hombres o, en este caso, "las compras".
Todas las personas tenemos problemas de autoestima, pero se manifiestan de un sinfín de maneras, Primero que nada, debes tomarlo en serio. Si quieres sanar esta patología emocional, comienza por seguir estos consejos, fundamentales para no basar tu autoestima en el materialismo y además no gastar más de lo que puedes:
• Antes de salir de compras, determina cuánto dinero puedes y debes gastar. Pase lo que pase, nunca gastes más. Haz una lista con lo que realmente necesitas, así te será más fácil no salirte de tu presupuesto.
• No lleves contigo la tarjeta de crédito, paga todo en efectivo, así es más difícil que caer en las tentaciones.
• No vayas de compras en temporada de rebajas, porque son una forma de engañarte. Es común que las tiendas primero suban sus precios y luego les apliquen los descuentos, para que termines pagando lo mismo o incluso más.
• Cuando las tiendas estén cerradas, pasa frente a sus aparadores con una pluma y papel en mano, y apunta todo lo que te comprarías. Al día siguiente revísalo y te sorprenderás al ver que el 90% de lo que apuntaste en realidad no te interesa.
• Si tu deseo de comprar es muy fuerte, sal a tomar un café con un amigo, a correr a un parque o al gimnasio. Lo importante es que hagas una actividad que te distraiga y te dé placer.
Si con ninguno de los consejos anteriores logras solucionar tu problema, es importante que vayas con un psicoterapeuta, porque aunque no lo creas, ser adicta a las compras habla de un problema grave de inseguridad en ti.
De ahora en adelante antes de hacer una compra hazte la siguiente pregunta: ¿“Necesito” este artículo, o sencillamente lo “deseo”? La respuesta a esta interrogante te dejará saber si en realidad existe urgencia por adquirirlo.
Por eso, después de analizar por un rato en la tienda y hacer matemáticas en la cabeza tratando de acomodar ese gasto, te darás cuenta si realmente “necesitas” añadir un par más a tu gran colección de zapatos negros.


1 comentarios on "ADICCIÓN A LAS COMPRAS. ¿UNA MODA O UNA ENFERMEDAD?"

Elisa Oyarzabal on 24 de diciembre de 2019, 17:37 dijo...

Donde puedo encontrar a la Lic. Margarita Ahuja Aguirre

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